El cerebro está compuesto por dos partes importantes: una racional y otra emocional y los recuerdos se fijan en el lado emocional a través de sensaciones vividas que perduran en la memoria.

El marketing olfativo es una herramienta que despierta emociones y recuerdos en el consumidor a través de los estímulos percibidos a través del olfato.

Estos estímulos crean una conexión emocional entre el consumidor y la marca, resultando en su fidelización. ¿Se preguntará por qué? Y la respuesta es que cuando vivimos una experiencia agradable y positiva, siempre tendemos a querer repetirla.